nos abraza, nos reúne en cada detalle;
en las baldosas despegadas de San Telmo
en los pasos descordinados,
después de la tercera o cuarta pinta de cerveza.
En los muebles vintage de la Av. Belgrano
nos reflejamos en vidrieras enmohecidas.
Sin querer nos encontramos
hasta en el hollín que opaca
la arquitectura europeizada de Buenos Aires.
A nosotros nos acerca la distancia;
nos extraña hasta extrañarnos.
Nunca necesitamos ser, aunque si lo fuimos,
un poco locos, un poco amantes y amigos.
Nunca fuimos, aunque fuimos y seremos todo.
Dos testarudos en contextos disímiles,
alejados y cerca,
en tiempos y edades diferente;
Nunca fuimos, ni seremos, sino dos
Aprendiendo a ser libres.
